Itinerarios
Para darte a conocer el interesantísimo patrimonio con el que cuenta esta área, proponemos los siguientes itinerarios, para realizar en tu propio vehículo o a través de la oferta de excursiones organizadas desde Santiago.
Otros Itinerarios
Nada mejor que la ayuda de un guía para sacar todo el jugo a tu visita a los alrededores de Santiago de Compostela.
Senderos
Rutas para recorrer a pie o en bicicleta, para dejarse atrapar por el paisaje gallego más auténtico, el de los bosques, ríos, prados y aldeas...
Con niños
Para grupos escolares, recomendamos las visitas teatralizadas o la estancia en una granja-escuela con sus programsa de actividades en contacto con el entorno.
Padrón: el origen de la leyenda jacobea
Duración: 1/2 día
Itinerario: Padrón – Iria Flavia – A Escravitude – Bastavales
Descripción: Padrón es el primer lugar que aparece en la leyenda jacobea. En el casco histórico de Padrón merecen ser visitados, además de las rúas, el “Pedrón” del que habla la leyenda, en el que amarró la barca del Apóstol, el Convento del Carmen, con mirador sobre la villa, y la casa de la poetisa romántica Rosalía de Castro. La ruta está marcada por dos ríos, el Sar y el Ulla, y por sus amables y productivas vegas, en las que nacen los archiconocidos Pimientos de Padrón.
Paradas recomendadas:
Descubre las paradas recomendadas que te ofrecemos desde Área Santiago.
Padrón es el lugar donde supuestamente todo empezó, el primer topónimo que aparece en la leyenda más importante de Galicia: la leyenda jacobea. Y de ello queda constancia en los santuarios, en los nombres de los lugares y en la atmósfera de esta tierra.
La ruta está marcada por dos ríos, el Sar y el Ulla, en cuya confluencia se sitúa la población padronesa, y por sus amables y productivas vegas, en las que nacen los exquisitos y reconocidos pimientos de Padrón.
Padrón
La villa de Padrón, a 20 kilómetros de la ciudad, estuvo desde siempre muy vinculada a Compostela. Parece que su nombre puede proceder de ‘pedrón’, piedra en la que supuestamente amarraron la barca que trasladó el cuerpo del Apóstol Santiago desde Palestina hasta las costas gallegas. El Sar, el río de Compostela, es también el de Padrón, que quedan así vinculados por este brazo de agua. Por su proximidad a la desembocadura del Ulla, Padrón fue, en el Medievo, parada obligada en la salida de los compostelanos hacia el mar y dársena de entrada de los peregrinos que llegaban del océano. Por su situación entre Santiago, Pontevedra y la ría de Arousa, Padrón es, desde la época romana, un punto neurálgico de los viales gallegos.
Visita obligada es la Casa Museo de Rosalía de Castro, en las afueras de Padrón, enfrente de la estación de tren padronesa, conocida también como Casa da Matanza, que es el nombre del lugar. En ella pasó los últimos años de su vida la escritora Rosalía de Castro, figura principal de las letras gallegas. Además del recuerdo de la autora, la casa nos brinda la oportunidad de conocer los espacios interiores de la arquitectura tradicional de la zona.
A sólo un par de kilómetros de la Casa de Rosalía está el Convento Franciscano de Herbón. El cenobio se asienta al lado de una frondosa robleda y del río Ulla, famoso por sus lampreas, truchas y salmones. De Herbón salieron los primeros pimientos de Padrón, que parece ser que fueron traídos de México por los monjes franciscanos en el siglo XVI. Estos pequeños pimientos verdes son uno de los productos más conocidos de la gastronomía gallega y, según advierte el dicho ‘los pimientos de Padrón, unos pican y otros no’.
Próximo a la casa de la escritora está el pequeño jardín botánico-artístico, orgullo de los padroneses.
Padrón, burgo de origen medieval, conserva todavía el encanto del pasado en sus rincones: el Pazo del Obispo de Quito, la plaza de Macías O Namorado (El Enamorado), legendario trovador de esta tierra que murió en manos del marido furioso cuando cantaba el dolor de su amor imposible.
El pedrón del que habla la leyenda jacobea se encuentra debajo del altar de la iglesia parroquial de Santiago, mandada construír por Xelmírez, el arzobispo de Compostela, en la margen del río. Justo enfrente, el Espolón, paseo arbolado a la orilla del Sar que cada domingo es ocupado por una concurridaísima feria, que se enorgullece de ofrecer, entre otras mercancías, las mejores frutas y verduras de la huerta padronesa.
Cruzando por el puente de Santiago, se llega a la fuente de O Carme. En su arco, grabada en la piedra, la barca donde los discípulos trasladaron el cuerpo del Apóstol. Siguiendo la enlosada cuesta se llega al Convento do Carme, erigido sobre la roca granítica de la ladera del monte de San Gregorio. La iglesia, única zona accesible a los ojos, es distinguida y hermosa. Desde el atrio, una visión planimétrica de Padrón y sus alrededores.
Iria Flavia es un topónimo de fuerte evocación pero de difícil explicación. Este lugar, que sale a la carretera poco después de salir de Padrón, fue la sede episcopal hasta su traslado a Santiago en el siglo XI. Hoy es Iglesia parroquial de Santa María de Adina. Las torres piramidales y la portada románico-ojival dan cuenta de su esplendor pasado.
En el entorno de la iglesia yacen al aire libre interesantes sepulcros antropomorfos de época sueva. El campo santo de Iria, al lado de la iglesia, fue fielmente retratado en las nostálgicas palabras de la poetisa Rosalía de Castro: El cementerio de Adina / no hay duda que es encantador, / con sus olivos oscuros / de viejo recuerdo, / con su suelo de hierbas y flores, / lindas como ningunas otras dio Dios. En él yacen los restos de otro gran literato: el premio Nobel Camilo José Cela, oriundo de Iria Flavia.
Frente al templo parroquial, una interesante composición de edificios del S. XVIII, conocida como Casa de los Canónigos, acoge el pequeño Museo de Arte Sacro de Iria Flavia, el museo del ferrocarril John Trulock y la Fundación Camilo José Cela, con objetos y recuerdos personales del escritor. En el jardín lateral reposan para siempre las locomotoras Sarita y Sestao, pioneras en recorrer el trazado férreo gallego.
El Santuario de A Escravitude, que señala el límite de las tierras de Padrón, se asoma a la carretera casi como si de una torre vigía se tratase. Cuenta la leyenda que un hombre que iba camino de Compostela sanó súbitamente de su enfermedad después de beber agua de esta fuente. Agradecido, alababa a la Virgen por haberle liberado de la esclavitud de su mal, lo que explica el origen del nombre del lugar. Este hermoso y espigado edificio, que fusiona barroco y neoclásico, fue levantado para custodia de la fuente milagrosa que se encuentra a sus pies.
En el lado derecho del templo nace una poco común aldea de casitas alineadas y casi homogéneas encaramadas a una única calle que conduce hasta un otero desde el que se avista la vega del río Sar. Por la izquierda del templo, sale un camino que llega hasta la pequeña y solitaria iglesia parroquial, de ábside románico. Desde esta elevada plataforma, otra panorámica de la zona.
El valle de Bastavales, verde, suave y prolífico, está presidido por la esbelta torre barroca de la Iglesia de San Xulián, que inmortalizó, al igual que todas estas tierras, la romántica Rosalía de Castro: Campanas de Bastavales / cuando os oigo tocar / me muero de soledad…
Pazos y jardines históricos
Duración: 1/2 día
Itinerario: Pazo de Ribadulla – Pazo de Oca – Ponte Gundián
Descripción: En las proximidades de Santiago se encuentran los antiguos Pazos de Santa Cruz de Ribadulla y de Oca, cuyos jardines, históricos e artísticos, figuran entre los más destacables de España. La excursión discurre por la comarca que riega el río Ulla, tierra de gran interés por su paisaje, vegetación y antiguos monumentos. En San Xoán da Cova está Ponte Gundián, puente-icono de toda la comarca, una antigua obra de ingeniería por la que todavía sigue pasando el tren. Domina el paisaje el Pico Sacro, la cima más bella y simbólica de Galicia, con restos medievales, digno de una visita.
Paradas recomendadas:
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Pazos y jardines históricos
Duración: 1/2 día
Itinerario: Pazo de Ribadulla – Pazo de Oca – Ponte Gundián
Descripción: En las proximidades de Santiago se encuentran los antiguos Pazos de Santa Cruz de Ribadulla y de Oca, cuyos jardines, históricos e artísticos, figuran entre los más destacables de España. La excursión discurre por la comarca que riega el río Ulla, tierra de gran interés por su paisaje, vegetación y antiguos monumentos. En San Xoán da Cova está Ponte Gundián, puente-icono de toda la comarca, una antigua obra de ingeniería por la que todavía sigue pasando el tren. Domina el paisaje el Pico Sacro, la cima más bella y simbólica de Galicia, con restos medievales, digno de una visita.
excursiones de ½ día
Paradas recomendadas
Pazo de Ribadulla-Pazo de Oca-Ponte Gundián
En las cercanías de Santiago se encuentran los bellísimos y celebrados pazos -‘palacios’- de Santa Cruz de Ribadulla y de Oca, cuyos jardines, históricos y artísticos, figuran entre los más destacables de toda España.
La excursión discurre por la comarca que riega el río Ulla, cuyo paisaje, vegetación y antiguos monumentos hacen de ella una región de altísimo interés, que por su relación con Santiago, debe ser considerada como el jardín y huerto de la ciudad.
El valle, de formas variadas de meandros hundidos, altos acantilados, se viste de densa y profunda vegetación de pinares, y de grandes robledas que alternan con viñas, que producen mostos suaves y dorados, praderías y maizales, y no hay aldea en esta región que no luzca algún bello pazo, alguna iglesia bien labrada. El río, de bellas aguas, por su caudal el segundo de Galicia, es rico en truchas, salmones y, en su tramo final, lampreas.
Domina el paisaje que recorre la excursión la silueta del Pico Sacro, la cumbre más bella y simbólica de Galicia, visible en la composición de extensos horizontes. Sus entrañas son de cuarzo -posee la primera sima de cuarzo natural del mundo- y en su cumbre se encuentra la ermita de hermosos arcos y capiteles románicos de San Sebastián (no visitable). El Pico, lugar mítico, conocido ya en la antigüedad latina, fue escenario de la evangelización por el Apóstol, quien, con sólo la señal de la Cruz, hizo caer inútil al tremendo dragón que lo habitaba, símbolo de la paganía. Fue además, según la leyenda, el lugar donde los discípulos del Apóstol Santiago amansaron dos toros bravos para que trasladaran el cuerpo del Apóstol al lugar sobre el que hoy se levanta la Catedral.
En el Pico hubo castillos dominadores; amenazó y defendió a Santiago, pero la historia guerrera cede ante la belleza y el horizonte. En los días claros se puede vislumbrar desde allí el conjunto de los grandes edificios de Compostela, agrupados en torno a las torres basilicales, el valle del río Ulla, e incluso el mar de la ría de Arousa, en la que aquel desemboca.
Los pazos son viviendas de arquitectura noble típicas de la Galicia rural, que tuvieron su máximo espelndor entre los siglos XVII y XIX. Entre ellos destacan los dos que se incluyen durante este itinerario: el Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, también llamado de Ortigueira, y el Pazo de Oca, ambos en las inmediaciones de Santiago de Compostela.
Suelen enlazarse con los castillos, presentándolos como una derivación propia de tiempos menos guerreros. Sin embargo, el estilo genuino de los pazos debe más a la arquitectura campesina y monástica que a la militar de las fortalezas. Las torres son no sólo decorativas, necesarias para tomar el sol y contemplar el paisaje. La solana se abre al patio para vigilancia y como peusto de honor. Muchas veces la fiesta popular se celebra en el patio a donde da la capilla, y la solana es el palco de invitados de calidad. En la decoración predomina lo barroco. Transportado a las ciudades, sabe ordenarse en rúas y conserva mucho de su estilo sin que se confunda con la arquitectura estrictamente burguesa ni aún con las casas nobles derivadas de antiguas casas fuertes de la ciudad.
Aunque los interiores de estas dos edificaciones no son visitables, si lo son sus estupendos jardines, auténticos monumentos de la naturaleza que destacan pos la variedad y porte de sus especies y por su paisajismo. Ambos cuentan con una parte ajardinada, otra de bosque y las tierra de labor. Las diferencias entre los jardines de ambos se refieren a la concepción original, más voluptuosa, espectacular y selvática en el de Ribadulla, siguiendo los parámetros del jardín de tipo inglés, más cuidada, decorativa y coqueta en el de Oca, que tiene un diseño más elaborado que juega con la piedra y el agua.
Donde más poderosa y variada se muestra la vegetación es en el jardín del pazo de Santa Cruz de Ribadulla. Carballeiras -‘robledales’- gallegas, venerables olivos, viven secularmente al lado de magnolios y eucaliptus, y son de una belleza real y melancólica las avenidas de mirtos trepados por líquenes blancos y grises. Y además está habitado, y eso le transmite la calidez de los monumentos vivos, y comercializa camelios muy codiciados entre los mayoristas floristeros.
En Oca, las torres decorativas y el jardín de mirtos, rosas y laberintos, conservan la gracia incomparable del XVIII. Un magnífico acueducto, labrado y decorado, alimenta estanques dignos de una villa cardenalicia, y los viejos castaños forman avenidas.
Los pazos gallegos se han hecho tema literario, sobre todo a partir de las novelas gallegas de la señora Pardo Bazán y de Valle Inclán (Los pazos de Ulloa, Cuentos, Bucólica, La Sirena Negra, Sonata de Otoño, Romance de Lobos, Águila de blasón).
El surco del valle es bien visible desde el desde el estrechamiento de San Xoán da Cova, en Ponte-Ulla, cruzado por el espectacular viaducto del tren, que preside todo el paisaje: Ponte Gundián, icono de toda la comarca.
En el estrecho de San Xoán da Cova vivió anidado entre los formidables peñascos de la margen derecha sobre el río, el cenobio de ese nombre, habitado desde el siglo IX por ermitaños de la regla de Santo Agostiño. En febrero de 1571 una excepcional avenida del río derrumbó el cenobio, que no volvió a edificarse.
Rutas a pie
Para que no te dejes nada por el camino, inspírate con estas rutas: la imprescindible, la especial para descubridores, la inusual, la místico, la verde, la gastronómica, la recomendada para fotógrafos … Santiago tiene rutas para todos los pies: atrévete a descubrir tu propio Santiago.
Gastronomía
Santiago, como capital de Galicia, ejemplifica toda la tradición y riqueza gastronómica de una cocina admirada por la soberbia calidad de sus ingredientes, del mar y de la tierra, en la que tienen cabida desde lo más tradicional hasta lo más innovador. Por eso la gastronomía es sin duda uno de los principales atractivos de nuestra ciudad.
Naturaleza, deporte y salud
Durante todo el año, Santiago de Compostela te ofrece su verde entorno natural, en el que destacan dos importantes ríos –Ulla y Tambre-, su relieve ondulado y multiforme, y la proximidad al mar, lo convierten en un lugar central para disfrutar de todo tipo de actividades en contacto con la naturaleza


